¿Debes seguir con tu relación sentimental o conyugal solo por tus hijos?

15.06.2019

He conocido muchos padres y madres de familia que me han explicado que han seguido con su relación sentimental o matrimonial solo porque habían hijos de por medio, para evitar que los niños sufrieran la posible separación conyugal y esperando que éstos se hicieran mayores para tomar la decisión

Si bien es cierto que para ser "buenos progenitores" hay que esforzarse en el bienestar de los niños, dejar las propias necesidades de lado en ocasiones e incluso hobbys para dar a los niños toda la atención y cuidados que merecen, también es cierto que cuando se está en una relación sentimental destructiva o tóxica en la que ya no hay amor, las fricciones o discusiones son constantes o simplemente se vive en un clima de cierta tensión, de mayor o menor disimulo pero que los niños perciben, estamos haciendo un craso favor a los niños al hacerles vivir situaciones en que no se respira en el hogar tranquilidad, felicidad, regocijo o alegría si no lo contrario.

separacion con hijos
separacion con hijos

Además, incluso en nombre de los niños (de no separarse por ellos) se cometen grandes errores: cuando los padres se enzarzan en discusiones, los niños soportan situaciones muy difíciles que muchas veces no viven desde el apoyo y el acompañamiento de sus padres, si no lo contrario, los padres están tan "ocupados" en discutir, incluso en gritarse que dejan de lado las necesidades emocionales de los menores haciéndoles sentir solos, tristes e incluso culpables de lo que sucede. Por consiguiente, no es positivo para el menor vivir ciertas experiencias de desafección entre sus padres, de tensión, o de dolor por el hecho de considerar que la separación en sí le va a producir un gran "trauma".

Si bien la separación conyugal es un cambio drástico en la vida de los niños, también es cierto que dependerá de la madurez de los padres el que el niño/a lo viva de una manera más o menos estresante. Hay que tener en cuenta que el niño en ocasiones prefiere antes la separación de sus padres, antes que seguir soportando gritos, humillaciones, o desdenes constantes...o incluso una tensión emocional intensa en que sus padres ya no se miran o apenas se hablan. En todo caso, a corto plazo la separación conyugal o de pareja produce un malestar inicial en todos los miembros del grupo familiar, incluido los niños que son los más indefensos en estos procesos si no hay una buena elaboración del proceso (eso dependerá de manera importante de los padres), pero a largo plazo, los beneficios para todos serán superiores.

En cualquier caso hay que entender que lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es que nos vean "felices" en nuestra relación marital o sentimental, y si no es posible, fuera de ella. Un progenitor feliz, que esté a gusto consigo mismo/a transmitirá a los hijos confianza y seguridad, al percibir un modelo de persona que afronta con determinación y valentía su futuro. El quedarnos anclados en una relación sentimental en que ya no hay amor, solo es "estancarse en aguas putrefactas" que pueden ser negativas para todos los miembros de la familia, y sobre todo para los hijos. Y en todo caso, en ocasiones esperar más tiempo para que los niños se hagan mayores supone otros problemas añadidos en el matrimonio o pareja: infidelidades, malos tratos al otro cónyuge o pareja, etc.

Cuando nos sentimos con resentimiento y rabia hacia el otro, e incluso su mera presencia nos produce rechazo, algo debemos hacer para solucionar el problema por nosotros pero sobre todo por los niños, porque ellos no deberían criarse en un clima en el que sus padres ya no se quieren o incluso se desprecian. Además, como consecuencia de que los niños vivan en este "clima" adoptan mecanismos que no son positivos para su salud emocional como es el "conflicto de lealtades", la "parentificación", etc. aspectos que se tratarán en el siguiente artículo.

problemas con la pareja
problemas con la pareja

Así "que más vale el remedio que la enfermedad". El remedio, en este caso, es poner fin a una relación sentimental o conyugal que ya no funciona hace tiempo (no obstante se puede prevenir la ruptura conyugal acudiendo a "terapia de pareja"), y la enfermedad es seguir en una relación artificiosa y forzada que conduce a la confusión y malestar de los niños, cuando no a posibles problemas como la depresión, ansiedad, o la conducta disruptiva, en un afán de llamar la atención de los adultos.

Considero que un progenitor "debe ser responsable de su propia vida para ser responsable de la vida de los menores" y un ejercicio sano de responsabilidad conlleva la toma de decisiones aunque sean dolorosas. En el caso de la separación o divorcio, ambos progenitores deben ser quiénes conduzcan a los hijos a elaborar una respuesta adaptativa ante la nueva situación, de aceptación y de comprensión en el sentido de que "aunque sus padres se separen y ya no se quieran para continuar juntos, a ellos, los hijos, les continúan queriendo igual".

Una manera adecuada de separarse tanto para los progenitores como para los hijos es la "Mediación familiar" y cuando no se llega a un acuerdo respecto a los hijos, se deberá llevar el asunto en un litigio en el que uno de los progenitores o ambos pueden pedir un "Informe pericial psicológico" para que un profesional, en este caso, un Psicólogo/a especializado en el ámbito de Custodias de menores realice un informe pericial psicológico con la finalidad de elaborar un dictamen considerando siempre "el favor fillii" o "mejor interés del menor". No obstante, siempre será el Juez quién decida las medidas que se deben adoptar en cada caso.

Si tienes claro que te quieres separar y quieres una "buena separación" más fácil, en el que se toman decisiones conjuntas de ambos progenitores la mediación familiar es la mejor vía. En el caso de que se llegue a acuerdos entre ambos progenitores se evita que las medidas adoptadas dependan de un Juez (ambos cónyuges o pareja sentimental firman un "Convenio regulador" cuando adoptan acuerdos). Yo trabajo como Mediadora familiar hace años en la "Generalitat de Catalunya" y a nivel privado.

Cuando hay intereses contrapuestos de difícil solución entre los progenitores, por ejemplo, en cuanto a la "Custodia exclusiva" o "Custodia compartida" de difícil solución, recomiendo que se realice un informe pericial psicológico ya sea a nivel de un "Psicólogo forense judicial" (designado por el Juzgado) o un "Psicólogo forense de parte" (contratado por una de las partes). Tengo una dilatada experiencia como Psicóloga forense judicial, y Psicóloga forense de parte. No obstante, como Psicóloga forense de parte, solo llevo a cabo aquellos asuntos en los que actúo siempre teniendo en cuenta "el mejor interés del menor".

Si te interesan algunos de estos servicios, puedes contactar conmigo y te atenderé gustosamente.