La humildad: virtud "desvirtuada". La terapia: necesidad acertada

La humildad es una virtud muy importante en nuestra vida. Las personas humildes son capaces de pedir ayuda si la necesitan, y de acudir a terapia si ven que por sí mismas que no pueden afrontar un problema emocional o sienten cierto malestar en su vida o dolor que no pueden evitar.

En una era histórica en el que valor imperante es a menudo es "el materialismo" unido al "individualismo", nos estamos deshumanizando, de manera que hay países donde no se tienen tantos recursos materiales de todo tipo pero se vive mejor, con más calidad de vida, porque hay más solidaridad y las personas viven más en armonía unas con otras. 

Inmiscuidos en este mundo de falta de valores o de valores que nos hacen despistar de lo realmente importante, podemos aparentemente tener todo (una buena familia, un buen nivel económico, trabajo gratificante, amigos...) pero no tenemos lo principal, que es "tenernos a nosotros mismos". Con "tenerte a ti mismo" me refiero a saber quién eres, que quieres, cuál es tu esencia, tu realidad...estamos en la vorágine de la vida, descuidando nuestro yo más real.

Para ponerse en manos de un Psicólogo/a hace falta "humildad", es humildad para reconocer que necesitamos de otro, y no puede ser un familiar o amigo, ya que se necesita ayuda objetiva, profesional, que haga ver o reconocer lo que por uno mismo no es capaz de ver o reconocer. En ocasiones no reconocemos nuestros errores, responsabilidad o la actitud inadecuada que estamos tomando ante algo o alguien, y en otras no queremos reconocer como es el otro, el daño que nos produce, el mal que nos hace. En todo caso, en esta falta de reconocimiento hay falta de conciencia o incluso de humildad. Nos autojustificamos fácilmente o justificamos al otro, de manera que al final nos "fallamos a nosotros mismos" y en eso, perdemos de vista quiénes somos, cuáles son nuestros valores, que nos importa, que nos limita, que nos hace felices y que nos hace infelices.

Una de las funciones más importantes de la terapia es llegar a conocerse a uno mismo/a y desde ahí, permitir el camino de la aceptación, reconociendo los aciertos y errores, y siendo "las personas más honestas con nosotras mismos para sentirnos libres de miedos, culpas y de traumas". Siempre considero, que excepto salvedades, no hay nada tan negativo en nosotros mismos que no podamos perdonar ni aceptar, actuamos en cada momento movidos por lo que sabemos y por lo que creemos, con nuestras limitaciones, sesgos...y el camino es siempre reconocer desde la humildad que nos podemos equivocar pero amarnos a pesar de todo. De esa manera, encontramos la liberación de culpa o de conflictos con nosotros mismos y se puede empezar una vida sin lastres.

Si quieres, puedes contestar honestamente estas preguntas para valorar si necesitas ayuda profesional:

1.- ¿Te siente perdido, confundido, no sabes quién eres o qué quieres en la vida?.

2.- ¿Te sientes infeliz la mayor parte del tiempo, sin un motivo aparente?.

3.- ¿Consideras que tus relaciones con los demás son abusivas y tóxicas?.

4.- ¿Crees que te das valor e importancia a ti mismo/a?, ¿verdaderamente te aprecias y valoras?.

5.- ¿Es posible que no te sientas bien con los demás porque no estás bien contigo mismo/a?.

6.- ¿Te parece la vida demasiado difícil, con demasiados problemas que te ahogan?.

7.- ¿Eres el/la principal protagonista de tu propia vida?

8.- ¿Crees que no encajas en la sociedad?.

9.- ¿Te sientes inmiscuido en una vida que piensas que no es la que has elegido vivir?.

10.- ¿Estás enfadado, triste, o de un humor variable a menudo?, ¿tus emociones te controlan?.

11.- ¿Estás irritable, borde con los demás, etc. y no sabes el motivo?.

12.- ¿Encuentras que la vida tiene sentido?

Si has contestado SÍ a las preguntas 1, 2, 3, 5, 6, 8, 9, 10, 11 como si has contestado NO a las preguntas 4, 7 y 11 es muy probable que la terapia te podría beneficiar muy positivamente.

Si quieres venir a visitarte porque te sientes identificado con alguna pregunta que he formulado, ponte en contacto conmigo y te atenderé gustosamente.